Ampliamos hoy la información dedicada
al la ultima actualización en el manejo de la ICC. En el ultimo
párrafo del post referido a las novedades de la guía presentada
por la Sociedad Europea de Cardiología el pasado mes de mayo, se
hacia referencia a la presentación en la guía de la empaglifocina,
un fármaco perteneciente a una nueva familia terapéutica en
diabetes, “las glifocinas”, como una de las novedades
significativas de la nueva actualización, textualmente la guía
dice: “Recientemente, la empagliflozina, un inhibidor del
cotransportador de sodio-glucosa 2, ha demostrado una reducción de
la hospitalización por IC y la mortalidad, pero no del infarto de
miocardio o del accidente cerebrovascular, en pacientes con diabetes
de alto riesgo cardiovascular, algunos de los cuales tenía
Insuficiencia Cardiaca. En ausencia de otros estudios con fármacos
de este grupo, los resultados obtenidos con empaglifozina no pueden
considerarse como una prueba de un efecto de clase.
La novedad no es
menor, pues los resultados del estudio EMPA-REG muy al contrario, muestran importantes beneficios para los pacientes con alto riesgo
cardiovascular como ya se comentó en el anterior post, donde se dió
cuenta de la presentación y resultados del estudio, y en el subgrupo
de pacientes con ICC, el resultado compuesto de hospitalización por
insuficiencia cardíaca o muerte cardiovascular, se produjo en un
porcentaje significativamente menor de pacientes tratados con
empagliflozina [265/4687 pacientes (5,7%) que el placebo 198/2333
pacientes (8,5%)] [HR: 0,66 (intervalo de confianza del 95%, IC del
95%: 0,55 a 0,79; P <0,001)]; ademas los pacientes con ICC
precisaron menos tomas de diuréticos de asa en consonancia con la
menor morbilidad y hospitalización sufrida. En cuanto a la seguridad
y tolerancia, los eventos adversos que provocaron la interrupción
del tratamiento fueron similares en los grupos empagliflozina y
placebo, aunque las infecciones genitales fueron más frecuentes en
los pacientes tratados con empagliflozina que con placebo.
Es importante
destacar que, con anterioridad a estos resultados, ningún fármaco
hipoglucemiante había demostrado mejorar los resultados en los
pacientes con insuficiencia cardíaca con diabetes tipo 2. De hecho,
resumiendo literalmente las recomendaciones de la guía: la insulina
utilizada en la diabetes tipo 1 y en algunos de los tipo 2 es un
potente hormona que retiene sodio, y cuando se combina con una
reducción de glucosuria, puede exacerbar la retención de líquidos,
lo que lleva a empeoramiento de la IC. Los derivados de sulfonilurea
también se han asociado con un mayor riesgo de empeoramiento de la
IC y deben usarse con precaución. Las tiazolidinedionas (glitazonas)
causa retención de sodio y agua y un mayor riesgo de empeoramiento
de la IC y la hospitalización y no se recomienda en pacientes con
ICC. No hay datos sobre la seguridad de gliptinas (de hecho la saxa ha tenido ya algún tropezón) y los analogos de
la GLP-1 en los pacientes con IC. Por otro lado, la metformina es
segura de usar en pacientes con IC-FER, y debe ser el tratamiento de
elección en pacientes con ICC pero está contraindicado en pacientes
con insuficiencia renal o hepática grave, debido al riesgo de ácido
láctico acidosis.
Visto la anterior
reconocemos que la empaglifocina puede convertirse en un apoyo
importante en el tratamiento de los diabéticos con ICC, pero reconociendo según la propia guía dice, que basada la ecomendación en un
solo estudio, por el momento no se puede considerar un efecto de
clase y mas aun si comoadmiten los propios investigadores no se
conoce realmente el mecanismo fisiopatogenico por el que aparece el
beneficio descrito.
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