La enfermedad cardiovascular (ECV) es la principal causa de
muerte en el mundo. Los avances en los tratamientos de las enfermedades
cardiovasculares agudas, se han traducido en una alta prevalencia de pacientes
que viven con enfermedades
cardiovasculares crónicas y que están en alto riesgo de recurrencia y mortalidad.
La rehabilitación cardíaca (RC), es un modelo de atención
ambulatoria de la enfermedad crónica para la prevención de ECV secundaria.
Los programas de rehabilitación cardíaca (RC), que implican
intervenciones integrales para adquirir hábitos saludables, son eficaces en los
pacientes que han sufrido un infarto de miocardio (IM) para disminuir la
mortalidad y la morbilidad cardiovascular. Los
estudios han demostrado una disminución del 15-28% de
la mortalidad por cualquier causa. Pero a
pesar de los beneficios demostrados y recomendaciones de las guías, el uso de
RC es escaso, sobre todo en las mujeres, los pacientes de mayor edad y las
minorías étnicas. Estos programas de RC tradicionales, están basados en ejercicios
de grupo que a
modo de clases se organizan y desarrollan en el entorno de los centros sanitarios o similares, suponen un costo económico no desdeñable y no suelen ser bien aceptados por una gran parte de los pacientes por falta de programas de ejercicios
personalizados, incompatibilidad con las exigencias
del trabajo, compromisos
familiares, inaccesibilidad geográfica, y la falta de conciencia
respecto a la naturaleza de la RC y los beneficios asociados, lo que provoca falta de motivación. Los recientes avances en
las tecnologías de la información y la comunicación, como los teléfonos
inteligentes e Internet, han demostrado un
gran potencial para hacer frente a algunos de estas barreras, al poder llevar
estos programas al propio domicilio y facilitar mediante el control remoto la
monitorización clínica personalizada.
En Australia, se ha llevado a cabo el primer ensayo controlado aleatorio (ECA) publicado esta semana en la revista Heart, para valorar si uno de estos modelos (en este caso la llamada Plataforma
de Evaluación de Atención “CAP-CR”) es eficaz para mejorar el uso de RC
en pacientes post-IM en comparación con un programa tradicional, basado en el
centro convencional.
El estudio se llevo a cabo entre 2009 y 2011 en
Queensland, Australia,
el reclutamiento, la asignación al
azar y la revisión clínica, se llevó con las garantías que especifica el
trabajo en su publicación original.
Dieron su consentimiento a participar en el ensayo, 120
pacientes que se repartieron aleatoriamente en dos grupos de 60 pacientes.
Cada grupo se gestionaba de la siguiente manera de forma muy
resumida:
Programa tradicional
realizado en un centro (RCT): El
programa RCT incluía sesiones educativas de ejercicio supervisado una vez por
semana durante 6 semanas y sesiones de ejercicio dos veces por semana. Los
participantes siguieron un programa de ejercicios individualizado. El programa
incluía rutinas para el fortalecimiento cardiovascular, por ejemplo, cinta de correr, remo, bandas elásticas
de resistencia, pesas, sentadillas y flexiones de brazos.
Programa
CAP-CR: La plataforma PAC-CR entrega materiales de motivación y educativos a
los participantes a través de mensajes de texto y archivos de audio y de vídeo
preinstalados (incluyendo la comprensión de la enfermedad cardiovascular (ECV),
los síntomas y la gestión). La plataforma incluye un portal web con datos de
los participantes y los instructores para proporcionar consultas semanales. Cada
participante fue equipado con un smartphone (Nokia N96, Nokia Inc) preinstalado
con el programa para monitorizar la actividad (15 aplicaciones), la presión
arterial, y la escala de peso, la supervisión
de la actividad (número de paso, duración e intensidad) era automática a través
de built-in acelerómetro del teléfono. Todos los participantes recibieron
información detallada del programa y 1h
de formación cara a cara sobre el uso de la tecnología (con el apoyo de un
manual de instrucciones del dispositivo) y soporte técnico telefónico si es
necesario.
Tras la finalización del programa de 6 semanas de duración,
se alentó a los participantes de ambos grupos para mantener los objetivos saludables
alcanzados durante la RC durante al menos 6 meses más. Los participantes
en la CAP-CR mantuvieron sus teléfonos
inteligentes y dispositivos de vigilancia a lo largo de esta fase de la
autogestión como forma de motivación y apoyo.
Los resultados mostraron que la captación fue 1,3 veces mayor
en CAP-CR (80%) que en el TCR (62%)). La adhesión fue del 94%) en el grupo
CAP-CR y el 68% en el grupo de TCR y los participantes del CAP-CR eran 1,4
veces más propensos a adherirse al programa pues terminación la CR en el grupo
de CAP-CR un 33% más que el TCR. Por otra parte la CAP-CR fue tan eficaz como
RCT en la mejora de los resultados de salud, que incluyen aumento de la
capacidad funcional (PM6M), la ingesta alimentaria más saludable (alta en
fibra, baja en grasa y sal) y la disminución de la presión arterial. La CAP-CR
también fue eficaz en la reducción de peso y los niveles de ansiedad, mostrando
una mejoría significativa en el bienestar psicológico y la CVRS. La pérdida
leve pero significativa de peso experimentada por los participantes de la
PAC-CR sugiere que el programa podría ser útil en la lucha contra la obesidad
en los pacientes con ECV.
La prevalencia de ECV ha sido grande en los países de altos
ingresos durante décadas, y ahora está alcanzando proporciones epidémicas en
los países de bajos y medianos ingresos (PIBM) donde por razones de costo económico
e infraestructura sanitaria el acceso a
la CR como herramienta para hacer frente al problema es escaso. El uso de teléfonos
móviles en el mundo aumenta en progresión geométrica, si esta tecnología como
parece se demuestra útil en la implantación de la RC con una eficacia sino
mayor, al menos similar a la de la RCT, es una oportunidad que no se puede perder, pues está en juego la salud de una parte muy importante de la población mundial.
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