Como en el pasado año, nuestra compañera Cristina Alberte Perez, farmacéutica de área en nuestra gerencia, nos recuerda el grave problema de la resistencia a los antibióticos, mediante el siguiente post.
Como viene siendo habitual, el 18 de noviembre se celebra el Día Europeo para el Uso Prudente de los Antibióticos, cuyo objetivo pretende sensibilizar sobre la amenaza que la resistencia a los antibióticos supone para la salud pública y fomentar su uso prudente.
Este año, se centra en los riesgos de la automedicación con antibióticos; en la sede del Ministerio de Sanidad, Servicios sociales e igualdad se va a celebrar una jornada informativa con el objetivo de concienciar de los riesgos asociados al uso indebido de los antibióticos y para hacer un llamamiento al consumo responsable, tanto en salud humana como animal.
A raíz de la publicación del primer Informe mundial de la Organización Mundial de la Salud (OMS) sobre la resistencia a los antibióticos, publicado en abril de este año, se ha puesto de manifiesto la realidad de la grave amenaza que supone para la población la resistencia a los antimicrobianos. El informe se centra en los datos obtenidos de 114 países en cuanto a la resistencia a antibióticos en siete grupos de bacterias elegidos por la OMS responsables de infecciones comunes, tales como septicemias, diarreas, neumonías, infecciones urinarias o gonorrea. Los datos son preocupantes: demuestran la existencia de resistencia a los antimicrobianos, especialmente a los utilizados como último recurso, en todas las regiones del mundo.
Los datos revelan en la región de Europa la existencia de una amplia resistencia del patógeno Klebsiellapneumoniae a las cefalosporinas de 3ª generación, causante de gran parte de infecciones nosocomiales como neumonías, septicemias o infecciones en recién nacidos y en pacientes ingresados en unidades de cuidados intensivos; así mismo, se concluye que hasta un 60% de las infecciones por Staphylococcus aureus son meticilin-resistentes, lo que conlleva que el tratamiento con los antibióticos habituales no funciona.
Por ello, la OMS emite unas recomendaciones para los profesionales sanitarios y farmacéuticos, que pueden contribuir:
• mejorando la prevención y el control de las infecciones
• prescribiendo y dispensando antibióticos solo cuando sean verdaderamente necesarios
Cristina Alberte Perez
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