El cambio de sonda urinaria,
nos plantea en ocasiones la duda sobre la conveniencia o no de aplicar
profilaxis antibiótica, pues es conocido
el hecho relativamente frecuente de que
tras la intervencion se desencadena un cuadro de infección urinaria que en
ocasiones compromete la salud del paciente, en muchos casos débiles y muy vulnerables. Nuestros compañeros
de Murcia Salud han planteado en su PREEVID de esta semana, esa pregunta -Tras un sondaje vesical, ¿se debe pautar
siempre profilaxis antibiótica? - y revisando las distintas guías tanto europeas como americanas han obtenido
los siguientes resultados:
Ante el cambio de
sonda en un paciente, no se recomendaba antibiótico profiláctico de forma
habitual y que sería necesario considerar el tratamiento con antibiótico para
los pacientes que:
- Tuviesen
antecedentes de ITU después de un cambio de sonda.
-Hubiesen experimentado un traumatismo
durante el cambio de la sonda.
Siendo recomendaciones generales para este tipo de
actuaciones las siguientes:
- El catéter debe
introducirse en condiciones asépticas (Grado de recomendación , GR, B)*.
-Debe reducirse al
mínimo el traumatismo uretral con el uso de lubricantes adecuados y un catéter
de calibre lo más pequeño posible (GR B)*.
-El sistema debe
permanecer cerrado. (GR A)*.
-La duración de la
cateterización debe ser la mínima (GR A)*.
-Los beneficios de
los antibióticos profilácticos y sustancias antisépticas no han sido
establecidos, por lo tanto, no se recomiendan (GR A)*.
-Hay poca evidencia que sugiera que la
profilaxis antibiótica disminuye la bacteriuria en pacientes con sondaje
intermitente, por lo tanto, no se recomienda (GR B)*.
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