Más Naproxeno
El naproxeno es el AINE más seguro y la FDA está valorando retirar la advertencia cardiovascular sobre el naproxeno. En "Hemos leído" se hace un comentario al respecto. Tras la retirada hace 10 años del rofecoxib se puso la lupa sobre los efectos indeseables de los AINEs tanto de los COX-2 selectivos como de los tradicionales. Distintos estudios han ido añadiendo evidencias sobre la importancia de estos riesgos, el ultimo completado, un metaanalisis publicado en The Lancet en 2013, dejo fuera de duda el alto riesgo cardiovascular que suponen tanto unos como otros incluidos especialmente Diclofenaco e Ibuprofeno, solo el Naproxeno ofreció datos significativos de menor riesgo.
Actualmente sigue en marcha desde el año 2005 el estudio PRECISION, (no incluye pacientes de la UE donde el Celecoxib está contraindicado en pacientes con riesgo cardiovascular), sobre la seguridad del celecoxib, en comparación a Iburpofeno y Naproxeno, pero dadas las evidencias acumuladas en contra de los dos primeros y por tanto el riesgo innecesario de los pacientes sometidos a estos fármacos en el estudio previsto terminar en 2016, el revisor se está planteando la conveniencia de detener el estudio.
La enfermedad mental (EM) como factor de riesgo cardiovascular
Circulation presenta un estudio “Mental Disorders Across the Adult Life Course and Future Coronary Heart Disease” en el que se concluye el aumento de riesgo de padecer enfermedad coronaria en aquellas personas que han sufrido algún trastorno mental incluso cuando este se haya sufrido en edad juvenil. El estudio está realizado con más de un millón de ciudadanos suecos evaluados psicológicamente por especialistas en el momento del ingreso al servicio militar entre los años 1950 y 1976 siguiendo la codificación del CIE-8,9 o 10 según el año.
El comentario a este estudio lo hace el Dr. Barreiro Pérez (MIR de Cardiología en el Hospital Universitario Central de Asturias 2009-2014) que nos hace un resumen de las causas que podrían justificar según los autores estos resultados transcribo literalmente, “los pacientes con EM muestran una peor dieta, suelen realizar menos ejercicio físico y tienen un mayor consumo de sustancias adictivas. Por otra parte, suelen presentar un menor nivel socio-económico, educacional y/o de coeficiente intelectual que dificulta su acceso en igualdad de circunstancias a la atención médica, el cumplimiento de las medidas de prevención y la adherencia terapéutica. También hay que tener en cuenta que muchos de los tratamientos psiquiátricos administrados muestran efectos cardiovasculares y metabólicos negativos. Finalmente, existen algunos datos que apuntan como personalidades con altos niveles de estrés favorecen un estado proinflamatorio, y este la aparición de arterioesclerosis. En el editorial acompañante también se incluyen las patologías del sueño frecuentes en estos pacientes como una posible causa”.
Concluyendo que ante un paciente con posible enfermedad coronaria valoremos con interés sus antecedentes de EM.
Maniobra para reducir la pronación dolorosa del niño.
Esto te lo puedes encontrar en cualquier momento o sitio y generalmente no en la consulta, quizás en la playa, en la calle, un niño que llora y no mueve el brazo con un familiar asustado que cree que con el tirón le ha roto algo al niño. “Quid pro quo” nos recuerda el tema y nos trae una revisión publicada el pasado mes de diciembre en el que se evalúa cual de las dos maniobras recomendadas es más eficaz y menos dolorosa, si la de “supinación forzada del brazo, estirando y rotando la palma hacía arriba al tiempo que sujetamos y flexionamos el codo hasta tocar la mano con el hombro y notamos un “clic” característico, o la alternativa, que es justamente lo contrario, hiperpronando el antebrazo al tiempo que se extiende el brazo”.
Los resultados abalan el éxito de las dos siendo la última la que se mostro más efectiva y menos dolorosa al primer intento. Por cierto en el blog “Quid pro quo” tenéis los enlaces a unos videos ilustrativos del tema.
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