En los últimos años, numerosos artículos de
investigación clínica han llegado a la conclusión de que una gran
proporción de las distintas poblaciones estudiadas son "deficientes"
en vitamina D.
La medición de las concentraciones en sangre
de 25-hidroxivitamina D ha sido, y continúa siendo, muy
problemática, pese a las mejoras actuales en cuanto a precisión y
exactitud [6].
Paradójicamente, dos cuestiones esenciales,
¿cuáles son los niveles de vitamina D necesarios para la salud
óptima del hueso y del organismo en general?, y en consecuencia,
¿cuál es la dosis a emplear para conseguir esos niveles?,
permanecen aún sin resolver a día de hoy. La diversidad de
opiniones sobre este tema ha generado duras controversias entre
investigadores y sociedades científicas. De hecho se han propuesto
por las diferentes sociedades científicas, como puntos de corte de
normalidad para la vitamina D, distintos niveles séricos de
25-hidroxivitamina D: por encima de 20 ng/ml para el Instituto de
Medicina [IOM], y por encima de 30 ng/ml para la Fundación
Internacional de Osteoporosis (IOF) [10], apoyada ésta última por
la recomendación de la Sociedad de Endocrinología de EE.UU. [11] y,
en España, por la de la Sociedad Española de Investigación Ósea y
del Metabolismo Mineral (SEIOMM) [12].
En un reciente articulo aparecido en el NEJM
con el sugerente título “Deficiencia de vitamina D - ¿Existe realmente una pandemia?” se plantea una vez mas la controversia
desde la autoridad en la materia de los autores, miembros del
Instituto de Medicina IOM; integrados en el Comité sobre ingestas
dietéticas de referencia para la vitamina D y calcio. Aquí se
hace una critica a los modelos tomados como referencia de dosis
optima, estableciendo lo que seria dosis diaria recomendada como
punto de corte con lo cual se establece simplemente como "insuficiencia" lo que no alcanza lo que debería de ser en realidad el
extremo superior del espectro de la necesidad humana. Claramente,
este enfoque clasifica incorrectamente como "deficiente" la
mayoría de las personas cuyas necesidades de nutrientes se están
cumpliendo - creando con ello la aparición de una falsa pandemia de
la deficiencia. Esta mala aplicación de concentraciones de
referencia podría causar daños a las personas que se prescriben
suplementos por encima del nivel máximo de consumo tolerable (UL, el
nivel en el que puede haber efectos adversos), que la OIM ha
establecido como 4000 UI al día con un suero resultante 25 (OH) D
concentración de aproximadamente 50 ng por mililitro (125 nmol por
litro).Este problema pone de manifiesto la preocupación de aplicar
un cribado universal basado en los puntos de corte inapropiados ya
que podría conducir a la inadecuada suplementación de rutina en
poblaciones generalmente sanos con niveles adecuados de vitamina D
con efectos perjudiciales en algunos casos. Descartado el cribado
universal, si seria de considerar y apropiado para los pacientes que
están en alto riesgo o que tienen un trastorno relacionado con el
metabolismo del calcio, una evaluación específica de sus niveles de
vitamina D., y prescribir los suplementos de vitamina D a niveles
superiores a la dosis diaria recomendada. Aunque siguiendo un juicio
clínico, en las intervenciones personalizadas la prescripción
excesiva de suplementos de vitamina D sigue siendo importante.
Articulo sobre una problemática candente, que
tiene gran interés por la relevancia de los autores y que aviva la
controversia e intenta poner orden en un tema con necesidad de
consensos y evidencias
Muy interesante reflexión
ResponderEliminarHay que ampliar ..... lo Necesitamos Miguel !
ResponderEliminarGracias por tus articulos