La anemia
megaloblástica suele ser resultado de una carencia de vitamina B 12 (cobalamina) o ácido fólico, o una
deficiencia en su metabolismo, pero no es la única causa, pues cualquier
interferencia con la síntesis de purinas, pirimidinas, o de proteínas puede dar lugar a megaloblastosis. El sello distintivo de esta
megaloblastosis es la disociación nuclear-citoplasmática; el núcleo
permanece inmaduro en apariencia, mientras que el citoplasma ha madurado más
normalmente, y esto es el resultado
del retraso de la síntesis de ADN con
respecto al RNA normal y la síntesis de proteínas, se manifiesta en la médula
ósea y otros tejidos que proliferan en el cuerpo y se reconocen por presentar células grandes que contienen un
núcleo grande de aspecto inmaduro,
rodeado de un citoplasma de apariencia normal. Sin embargo, un volumen
corpuscular medio alto no implica necesariamente un diagnóstico de anemia
megaloblástica. Un volumen corpuscular medio alto se observa también en
los casos de abuso de alcohol, hipotiroidismo, anemia aplásica, síndrome mielodisplásico
y cualquier condición en la que la presencia de reticulocitos es elevada (como
en la anemia hemolítica); también puede ser un hallazgo congénito.
La mayor parte de las anemias megaloblasticas diagnosticadas hace años, eran debidas
a déficit alimenticios o nutricionales asociados a patologías digestivas, pero
el conocimiento amplio de estas causa y su corrección, ha hecho que la causa iatrogénica
por interferencia medicamentosa sea ahora la más frecuente, pues las producen medicamentos de uso común cuyo efecto
colateral suele ser subestimado.
A continuación
un resumen de los fármacos más frecuentemente manejados en AP extraído de una
revisión reciente del NEJM.
-Fármacos que alteran el metabolismo de las purinas: azatiophrina, methotrexate, alopurinol y otros utilizados como antineoplásicos y antirechazo
de huésped en trasplantes.
-Fármacos que alteran la síntesis de pirimidinas: methotrexate,
mercaptopurina, trimethoprim, leflunomida
y otros inmunomoduladores y antineoplásicos.
-Fármacos que alteran la absorción de acido fólico: acido
aminosalicilico (utilizado como fármaco antituberculoso), anovulatorios orales,
estrógenos, tetraciclinas, ampicilinas, nitrofurantoina, cloranfenicol, eritromicina,
fenobarbital, fenitoina, quinina, cloroquina, primaquina y otros antipalúdicos.
-Fármacos análogos del acido fólico: methotrexate, trimethoprim y
otros antineoplasicos
-Fármacos que disminuyen la absorcion de vit B12: isoniacida,
metformina, acido aminosalicilico, colchicina, neomicina, anti H2, inhibidores
bomba protones.
La gestión
de la anemia megaloblástica se debe de realizar como es lógico, identificando
el agente causal y valorando si este es imprescindible en el tratamiento que precise al paciente, o por el contrario
existe una alternativa válida que soslaye el efecto indeseado. Después de conocido
el fármaco causal si no existe alternativa, se deberá conocer la causa
fisiopatogenica que provoca la anemia, si el déficit de absorción está en el
origen, se deberá suplementar el acido fólico o vitamina B12 por la vía más adecuada
y efectiva, pero si la megaloblastosis no está relacionada con un déficit sino con una interferencia en el metabolismo o
síntesis del ADN, el problema solo se corregirá eliminando el fármaco causante
del tratamiento del paciente.
Una complicación importante del déficit de de la vitamina B y de folato es la hiperhomocisteinemia. La homocisteína es un aminoácido
neurotóxico que se ha implicado en muchas condiciones patológicas, incluyendo
enfermedades cardiovasculares, defectos del tubo neural fetal, y quizás en
otras más cuestionables, como en varios
trastornos neurodegenerativos tales como apoplejía, enfermedad de Parkinson y
la enfermedad de Alzheimer. El catabolismo y eliminación de la homocisteína es
regulado por el ácido fólico, y la vitamina B 12. La homocisteína también parece jugar
un papel importante en la regulación de la neurogénesis y la apoptosis, también cierto retraso del crecimiento
intrauterino, defectos cerebrales postnatales a largo plazo e incluso la
depresión son otros de los procesos que pueden
verse afectada por la deficiencia de folato y Vit B12 debido a los efectos sobre la
síntesis de ciertos neurotransmisores.
Por lo tanto, las consecuencias de los cambios inducidos por algunas drogas
de uso bastante común en la absorción, metabolismo y fisiología del ácido fólico y vitamina B 12 pueden ser de
gran importancia y en ocasiones hasta hace no mucho tiempo se han minusvalorado.
El conocimiento
y reconocimiento precoz, es pues fundamental para la prevención de estos y otros
problemas de consecuencias irreversibles.